¿Es posible detectar una Cardiopatía Congénita antes de que sea demasiado tarde?
¿Es posible detectar una Cardiopatía Congénita antes de que sea demasiado tarde?
Entre el trabajo que realizamos para ayudar a sanar el corazón de los niños se encuentra el concientizar.
Hoy de la mano de nuestro presidente, el Doctor Alejandro Lozano, impulsamos la aplicación del Tamiz Cardiológico a todos los recién nacidos del país.
La propuesta de que a todos los recién nacidos en el País se les realice un tamiz cardiológico es una medida que impulsa el cardiopediatra Alejandro Lozano y Ruy Sánchez, fundador y director de la asociación civil Taiyari.
La razón es que se estima que uno de 100 bebés nacen con una cardiopatía congénita, pero alrededor del 40 por ciento no son diagnosticados oportunamente y ello afecta su desarrollo, incluso llevándolos a la muerte, de acuerdo con el especialista.
“Es mucho más frecuente que los niños, por ejemplo, con síndrome de Down, más frecuente que el cáncer, que muchas otras enfermedades... que el labio y paladar hendido, que las vemos más porque se notan más, porque la cardiopatía tiene la ventaja o la desventaja que no se nota”, dijo Lozano y Ruy Sánchez
Las cardiopatías congénitas se dividen en dos grupos: cianó- genas y acianógenas. La característica de las primeras es que la persona toma un color de piel morado por falta de oxígeno y se complican en las primeras semanas o meses de vida; en la segunda no hay un cambio en la coloración de la piel puesto que no se afecta el volumen de oxígeno en la sangre.
“El niño nace bien, no se le nota nada, pero pasados unos ocho o 10 días empieza a ponerse mal y muere súbitamente, lo que antes llamaban muerte de cuna”, refrió. “La primera fase de la detección de las cardiopatías congénitas está en el periodo neonatal; cuando el bebé nace, lo que nosotros hacemos es revisarlo muy bien, ver que no se le escuchen ruidos anormales en su corazón, que respire adecuadamente, que tenga buenos pulsos, y a las cuatro horas de vida se les debe medir la cantidad, la concentración porcentual de oxígeno en su sangre, en el brazo derecho y en la pierna derecha”.
La medición se hace con el oxímetro y, si todo está normal debe marcar lo mismo en mano y pie, de lo contrario, debe derivarse al cardiólogo pediatra Los riesgos de no detectar oportunamente, indicó, van desde la pérdida de la capacidad física, refejada muchas veces en la lactancia, hasta la misma muerte por un deterioro de otros órganos del cuerpo.